Cuando inicié como content creator, me topé con esta frase:
“Para crear buen contenido, tienes que consumir buen contenido.”
Esta se repetía una y otra vez en mi cabeza. Luego de unos minutos, aparecía esta pregunta: ¿Y dónde lo encuentro?
La investigación es la etapa más importante de la creación de contenido
Gastaba horas y horas investigando. “Tiene sentido”, pensé. De las 3 etapas de la creación de contenido:
- Investigar (60%)
- Crear (30%)
- Editar (10%)
Inviertes más tiempo en la investigación. (Cómo no hacerlo, si la calidad de tus ideas determina la calidad de tus contenidos.)
Entonces ¿Cómo puedo hacer más eficiente esta etapa? Me pregunté.
Mi proceso actual era simple: yo salía a buscar el contenido en distintas fuentes (web, redes sociales, libros, etc). Y listo. Eso era todo.
Allí había un insight claro: ir a buscar el contenido toma mucho tiempo.
¿Sería posible que el contenido venga a buscarme a mí? Tenía una hipótesis y quería comprobarla. Comencé a iterar. Luego de un tiempo, me di cuenta de que sí, era posible. Había creado un sistema para recopilar información, al cual llamé “ecosistema de contenido digital”.
5 pasos para crear un ecosistema de contenido digital

Este sistema está en constante iteración y mejora. Hoy consta de 5 pasos:
1. Identifica fuentes confiables de contenido
Primero, hazte estas preguntas:
- ¿De qué temas quiero aprender y escribir? ➝ Identifica tus categorías de contenido de interés. Generalmente, están relacionados con los temas en los que quieres posicionarte. Ejemplo: Marketing, tecnología, etc.
- ¿Quiénes son las personas y/u organizaciones que quiero seguir? ➝ Determina qué líderes de opinión, organizaciones y/o empresas tienen el contenido del que quieres aprender. Ejemplo: Gartner, McKinsey, EY, etc.
- ¿Dónde las encuentro? ➝ Identifica en qué formato encuentras su contenido y qué tipo de formato te gusta consumir más: newsletter, YouTube, Instagram, Twitter, LinkedIn, etc.
Durante este proceso, recopilé más de 120 fuentes en los temas de los que escribo en internet: marketing, negocios y tecnología.
Decidí compartir la base consolidada porque también ayudaría a mi audiencia y a las personas que trabajen conmigo en el futuro.
2. Comienza a seguirlas en tus plataformas
En esta parte, defines lo siguiente:
- Usar tus propias redes sociales y correo electrónico
- O crear cuentas nuevas
Yo inicié siguiendo a todos en mis cuentas personales. Desde allí, cada vez que entraba a una red social, aprendía algo nuevo. También, me di cuenta de que los mejores insights los encontraba en newsletters.
Descubrí que hay muchos profesionales en diferentes países que los usan para compartir sus ideas y experiencias. (Varios de ellos no son fáciles de encontrar en Google)
Así que decidí crear un correo electrónico específico para recibirlos, y no mezclarlos con otros asuntos personales. Un ejemplo:

Esto me ayudó a acceder a ideas frescas y nuevas.
Muchas veces, he empezado mis búsquedas en este email y no en Google, porque sabía que encontraría los temas ahí. Además de ahorrar tiempo, la calidad de la información es A1.
3. Define dónde centralizarás toda la información que investigas
Cuando comencé como creator, nunca guardaba el contenido que consumía.
Podía invertir 20 minutos en leer un artículo, y al cabo de unos días, olvidar por completo de qué trataba, o dónde lo había guardado. Es decir, volvía a invertir tiempo en buscar ese artículo o leerlo de nuevo.
Investigué cómo mejorar eso y encontré este nuevo término: el segundo cerebro.
¿Qué es el segundo cerebro?
Es un espacio en internet que centraliza todo el contenido que consumes. Así facilitas tu proceso de aprendizaje e investigación.
Decidí usar Notion como segundo cerebro. Y utilizar su extensión de Chrome Save to Notion para guardar todos los contenidos que me parecían relevantes en internet.

Poco a poco, fui agregando segmentaciones que me facilitan la búsqueda de información (como vemos en la imagen).
4. Crea un hábito para guardar la información
Durante este journey, era clave formar un nuevo hábito que me garantice el uso del segundo cerebro.
Entonces, creé una norma: información que consumo, información que guardo en Notion.
Y no solo la guardo. También dejo apuntes, o subrayo los highlights (en el caso de artículos).
Así, recurro a ellos cuando investigo y quiero crear contenido.
Con este hábito, reducí considerablemente el tiempo en investigación.
5. Haz una auditoría de tu contenido cada cierto tiempo
Mientras avanzas, tus temas de interés pueden cambiar.
O también, cambian los enfoques de las personas y/o empresas que sigues.
Me di cuenta de que había contenido que ya no leía o sentía que ya no me sumaba.
No tenía sentido seguir siguiéndolos.
Así que, por lo menos una vez al año, decidí hacer intencional este proceso. A través de una pequeña auditoría, dejaba de seguir o me desuscribía de cuentas que ya no me interesan.
El equilibrio es la clave
Hacer que el contenido vaya a buscarte a ti, no significa dejar de ir a buscarlo.
Más bien, es una alternativa adicional que te ayuda a mejorar tu proceso de investigación, haciéndolo más eficiente en general. Lo ideal es mantener equilibrio entre los dos modos. Complementarlos para que accedas al mejor contenido, y así puedas crear el mejor contenido también.
Qué dices ¿Te animas a crear tu ecosistema de contenido digital?